Hola a todos, hoy volviendo del barrio Caballito,el mismo se encuentra aquí en Capital Federal, bajé las escaleras para tomar el subte.
Comencé a escuchar esta canción que dos jóvenes con sus dos guitarras entonaban con unas voces soñadas.
Comencé a cantar, me transportó a mi adolescencia. Es un tema que escuchaba mucho, que mi amiga Cecilia me la hizo oir por primera vez.
El subte llegó, subí al vagón, me senté, mientras seguía susurrando las letras de Silvio Rodríguez.
Al frente mío, había una mujer de pelo castaño, camisa blanca, jeans azules y zapatos azules que comenzó a tararear, cerró sus ojos,y me quedé observándola.Con su mano derecha sostenía un libro, con la izquierda agarró una medalla colgada de su cuello y pude, o más bién sentí cómo la música la llevó a un recuerdo.
Sentí su emoción, su risa, su movimiento de vaivén.
Fue como contemplar su recuerdo. Nunca sabré qué pensó, a quién imaginó y el porqué de su risa, el tren se iba alejando, ya se oía poco y cuando abrió sus ojos la vi alegre, con una sonrisa, en paz. Bajó su mirada al libro y continuó leyendo.
Yo también sonreí.